Está indicado para preservar muestras bilógicas en las cuales se desconoce su contenido, se basa por un lado en su capacidad biocida, que impide la descomposición de las muestras y, por otro lado, su capacidad de fijación. El formol es el conservador ideal para quistes, huevos y larvas, sin correr el riesgo de que las formas parasitarias se deformen o destruyan.